Violencia intrafamiliar

 violencia intrafamiliar

Este tipo de violencia “VIF” ocurre dentro de un grupo familiar, este grupo puede estar conformado por afinidad, sangre o afiliación; es toda acción que trata sobre cualquier tipo de abuso de poder por parte de un miembro de la familia sobre otro, causando daño físico, psicologico, sexual, econmico, social o de cualquier tipo. Es decir, se considera que existe violencia intrafamiliar en un hogar, si hay una actitud violenta repetitiva sobre algún miembro de la familia o varios de ellos.



Existen varios tipos de violencia, sin embargo los más comunes son:

Física: actos que atentan o agreden el cuerpo de la persona, de manera no accidental con la finalidad de causar lesiones, tales como empujones, bofetadas, golpes de puño, patadas, etc.

Psicológica: actitudes y verbalizaciones utilizadas para causar temor, intimidación, y control sobre las conductas, sentimientos y pensamientos de la persona agredida como las descalificaciones, insultos, amenazas, etc.

Sexual: imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra persona, que atentan contra su libertad, dignidad e integridad física, como exposición a actividades sexuales no deseadas, o la manipulación a través de la sexualidad

Económica: restricción y control de los recursos monetarios que afectan la calidad de vida de la otra persona, al no cubrir las necesidades básicas, como no otorgar recursos económicos destinados a la alimentación, salud, etc.


Los expertos en este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características:

• Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad.

• Se muestran seguras de sí mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, baja esa imagen que se crean se esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.

• Necesitan humillar y acometer la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores.

• Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran de su infancia o de su etapa adolescente.

• Tienen celos patológicos.

• No son capaces de demostrar sus sentimientos.

Además de todo ello habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas:

• Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.

• En la segunda fase es en la que se produce el episodio agudo de violencia, donde esta se manifiesta a través de golpes de manera habitual.

• La última etapa de la violencia intrafamiliar es la que se conoce por el nombre de Luna de Miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor hacia su víctima.

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